La primera noche me recibió una cucaracha del tamaño de mi mano en el baño y una mancha de sangre en las sábanas. El check-in fue rápido, me asignaron mi habitación a las 15hrs. Pero cuando llegamos con el botones, las mucamas recién la estaban aseando, tuve que esperar como 30 minutos más, afuera, con mis maletas y cansado de mi viaje. Dejaba la habitación con el cartel (cuando encontraba un cartelito...) para que la asearan durante la mañana y todos los días tuve que llamar para que fueran y no quedarme sin el aseo, pues no iban hasta después de las 4pm. La playa es buena, las piscinas pequeñas y el buffet (almuerzo y desayuno) muy poco variado y con comida de no mucha calidad, todo es muy grasoso, frito y con pocas opciones saludables. La diaponibilidad de los restaurantes a la carta es baja, de mis 6 noches, solo pude reservar una y en ningún momento en el chek-in te dan la opción de reservar ni te explican mucho el funcionamiento del hotel, falta acompañamiento ahí. Hay muuuchos mosquitos en los alrededores y en la habitación, ármense con suficiente repelente de calidad. El hotel necesita renovarse, está estancado en los años 90s.