Las zonas comunes del hotel están bien cuidadas, los jardines, las albercas, etc. Las habitaciones ya se ven antiguas y un tanto descuidadas, pero mi calificación no obedece tanto a eso, es por la actitud del personal. Creo que se les olvida que su labor es atender y se nota su flojera cuando se les pide algo, termina uno yendo a resolver o a buscar lo que se necesita. Yo tuve que rentar un carrito para mi nieta y cuando lo fui a devolver a cocierge, la señorita no quería ni moverse para recibirlo. Lo dejé junto a su escritorio y me dijo: “ no, ahí no, déjelo de este lado” o sea lo más cerca de ella que se pudiera…
En el restaurante pedí una servilleta y me dice la señorita “ahí en la entrada hay…”
Pésima actitud de servicio.