La habitación es muy amplia. Se ve limpia, huele bien y es agradable el ambiente.
Es bastante silenciosa a pesar de estar en plena Gran Vía. La cama y las almohadas son muy cómodas, y las sábanas y el edredón te aseguran un buen sueño.
La gerente es muy simpática y atenta, incluso le hablé para una duda por la noche y me respondió al poco.
Lo único, si tuviera que ponerle una pequeña pega, es que el lavabo era un poco incómodo para lavarme la cara, pero era igualmente posible y para el resto de cosas estaba bien el aseo.
Estoy muy contenta y cuento con repetir en un futuro.