La ubicacion es inmejorable, cerca de Gran Vía, del metro y muchas atracciones de la ciudad. La habitación es cómoda, el baño amplio y funciona impecable (no quedaba una gota de agua en el piso después de la ducha! Como ocurre en algunos hoteles). El desayuno muuuy rico, con opciones variadas, café y fruta excelentes, lo disfruté! Y el equipo es amable y eficaz( Helen en la recepción, el garzón del desayuno super ágil y sonriente aun atendiendo a montón de gente solo), se nota mucha preocupación por el servicio.
Recomiendo el hotel y lo repetiría, aunque para mas dias, probaria una habitación al exterior. La que ocupé daba al interior, era ideal para dormir (silenciosa), pero me habría gustado tener mas luz natural.