El hotel es muy lindo, buena ubicacion, a tres cuadras del metro(se puede ir a cualquier punto de la ciudad en metro), frente a la playa.
La pileta es pequeña y no profunda pero sirve para refrescarse, hay que disfrutar del mar. En la playa(bien en frente al hotel) hay un puesto que te prestan sombrilla y sillones si estas alojado en el hotel, a cambio de una propina o consumirles algo de lo que venden(son muy buena onda los chicos).
La habitacion simple es confortable, hay enchufe USB para cargar los celulares. El desayuno es muy bueno, variado, excelente cafe.
Quiero agradecer a Mattheus su buena onda y predispocicion.
Lo unico a criticar es los ruidos molestos a la noche, yo estaba alojado en el piso 12.