El hotel es muy céntrico y los alrededores muy vistosos, frente al cerro Santa Lucia, aunque de noche es solitario y da un poco de sensación de inseguridad, fui victima de un acto de vandalismo en el vehículo que alquilaba, en la puerta del hotel. El personal es muy atento y cordial. Estación de metro muy cercana, a 150 metros, da la posibilidad de recorrer toda la cuidad en la extensa red de transporte de Santiago. Al hotel le falta un poco de mantenimiento en general. Las camas no eran de las mas cómodas. Un solo aire acondicionado antiguo para una habitación demasiado amplia. El desayuno es muy completo y el personal de la cocina muy amable. Los 2 años de la habitación muy cómodos. El armario para guardar la ropa en muy mal estado.