Creo que con el título lo digo todo: no es un gran hotel con grandes servicios, pero tiene las comodidades justas y necesarias para pasar unos días fantásticos en París. La cama era muy amplia y cómoda, la habitación no era especialmente grande, pero era luminosa, estaba limpia y contaba con un par de sillas, una mesa y un armario. El cuarto de baño era bastante pequeño y se encontraba como en un "armario empotrado" de la habitación, no obstante contaba con unas calidades muy buenas y cumplía a la perfección su función. El balance para mí es positivo en cuanto relación calidad-precio. Estoy satisfecha con el viaje.