La ubicación es muy buena. Estuvimos en días donde el transporte publico estuvo en paro nacional y la ubicación del hotel nos ayudó mucho ya que está justo en el centro de todo, claro que caminas muchisimo pero de otra manera habríamos dejado de aprovechar muchas cosas en París. La habitación que nos tocó fue en el último piso y estaba muy bonita, con detalles muy especiales como pantalla en el jacuzzi, dos tv en habitación, ventanas 45 grados y cuando llovía por las noches se veía muy bonito. Puntos a tomar en cuenta: el desayuno es muy limitado en variedad y espacio y un día en que llegamos la habitación estaba abierta, quizá dejada así por el personal de limpieza ya que ya estaba recogida.