4/10
Habíamos reservado este hotel para pasar un día tranquilo de relax en la piscina, el día que llegamos no funcionaban los toboganes, pero bueno no es gran cosa... Nuestra sorpresa fue al día siguiente (sábado) cuando estamos desayunando sobre las 8:30 vemos que empiezan a llegar locales y a pagar por utilizar la piscina a modo de parque acuático, en ese momento empezó a funcionar todo en la piscina... Desde las 8:30 la gente, en su mayoría adolescentes, bañandose con la misma ropa que traían de la calle, gritando y molestando, adiós a nuestro día de relax. El desayuno por llamarlo de alguna manera, un desastre. Se ve que los trabajadores desayunan allí y cuando tú llegas lo que queda es lo que hay, arroz, un poco de bacon y una tortilla de verduras. Pedimos algo de lo que no quedaba y nos trajeron 4 salchichas, no reponían nada de lo que se acababa, tuvimos que esperar a que se calentará el agua para un café porque se había acabado. El wifi no iba en la habitación. El termo no tenía temperatura constante de hirviendo pasaba a fría y después normal. Llegamos a las 13:50 y nos hicieron esperar hasta las 14 que es la hora de entrada, para hacer el check-in, es la primera vez que me pasa en Filipinas, vamos que digo yo que por 10 minutos no hubiera supuesto nada y para nosotros hartos del viaje si suponía mucho. La verdad que por lo que pagamos me decepcionó bastante, he pagado mucho menos en otros hostales de Filipinas y he salido muchísimo más contenta.
Sonia
Se hospedó 1 noche en diciembre de 2018