El hotel está muy cera de la Estación Central, y paradas de metro. La atención del personal excelente. Es un hotel pequeño y discreto, en la primera planta del edificio, muy limpio y el desayuno perfecto: fruta, tostadas, cereales, zumo, café, galletas, ..... Lo mejor: el personal. Aunque no hablan español, nos entendmíos perfectamente. La habitación tenía vistas a la Estación, y aunque es una calle con mucho movimiento, las ventanas aíslan del ruido.
Recomendable 100%, si vuelvo a Milan , ya se donde alojarme.