Las habitaciones son suficientemente amplias, limpias, modernas y cómodas. No me encantó la ubicación, no es tan céntrico y en sí el hotel está sobre la estación de trenes lo cual no me pareció ni cómodo ni privado. Afortunadamente las ventanas son muy herméticas para aislar el ruido. En la primera habitación que nos asignaron la puerta del baño se translucía hacía adentro desde la habitación sin tener privacidad.