El Santuario de burros es una visita obligada para las familias, los amantes de los animales y todos aquellos interesados en estos dóciles y agradables animales. Acércate a los burros, escucha sobre las circunstancias bajo las cuales llegaron a Aruba y aprende más sobre la misión del santuario.
Los burros llegaron por primera vez a Aruba durante la época colonial, cuando fueron destinados al transporte de personas y artículos en la isla. Con la llegada de los autos, los burros ya no fueron necesarios y muchos de ellos fueron dejados en libertad. Lamentablemente, estos animales sufrieron en manos de los humanos y a causa de enfermedades, hasta que esta organización administrada por voluntarios comenzó a funcionar en 1997 para ayudarlos. Intenta encontrar a los últimos burros abandonados mientras exploras la árida región interior de la isla. Quizás los escuches rebuznar.
Visita el santuario temprano por la mañana para ayudar a cuidar los burros durante el día. Aprenderás sobre sus hábitos alimenticios y también conocerás sobre lo que se necesita para mantenerlos saludables y contentos.
Pregúntale al personal sobre las dificultades de los burros. Los empleados estarán encantados de compartir historias sobre los burros de la isla y explicar el objetivo de esta organización sin fines de lucro. Conoce a algunos de los habitantes del santuario, muchos de los cuales fueron rescatados después de ser maltratados o arrollados cuando estaban en libertad. Acaríciales el hocico. Puedes traer zanahorias o manzanas para alimentarlos.
En el santuario encontrarás un puesto para comprar café o bebidas, además de una tienda de regalos con souvenirs de tu visita. Si quieres ayudar con la causa, anótate para convertirte en "amigo" de los burros de Aruba o regístrate para el programa de adopción.
El Santuario de burros se encuentra en Santa Cruz. La entrada es gratuita, aunque se reciben donaciones. El lugar abre todos los días y puedes llegar en taxi o en auto. Sigue los carteles cafés y blancos al costado del camino.