El hotel está muy bien. Coge bastante alejado de lo que es el centro, sobre todo cuando llevas todo el día andando y tienes que volver por la noche, que está a unos 40m, pero tiene muy cerca paradas de tranvía y bus. La plaza de los museos sí que está muy cerca.
En el hotel alquilan bicicletas por 9,50€ tres horas, dejando un depósito de 50€. Es una buena opción para ver la ciudad y sentirte uno más.
Como tal estaba bastante bien, el único problema es que en 3 noches que pasamos no vinieron a arreglar la habitación ningún día, lo que implicó que tuviera que bajar a recepción a pedir toallas. Lo mismo pasó con el tema del café, hay cafetera para que te hagas café pero no repusieron las cápsulas. En definitiva, un poco desastroso. Y eso que indicamos que arreglaran la habitación por favor.
No sabemos si está situación ha sido por el coronavirus, que a lo mejor toman mayores medidas de seguridad y prefieren no entrar en la habitación, algo que entendería si al menos lo hubiese avisado.
La cama, naturalmente, también sin hacer, pero eso sí que no nos importó nada.
Por lo demás, muy recomendable. Buen trato, e incluso sabían algo de español.