El edificio está muy antiguo, aunque las habitaciones estaban reformadas. La primera que nos dieron tenía moho negro en la ventana, tanto en el cristal como en el marco, y tenía un olor muy fuerte a humedad, cómo a sótano viejo. Tuvimos que pedir que nos cambiaran porque al rato nos empezó a picar la nariz y la garganta. La segunda habitación también olía a humedad, aunque menos que la primera, y al menos no tenía moho. Abrimos la ventana un rato para ventilar y se solucionó. La alarma de incendios nos despertó dos veces por la noche, una de ellas incluyendo evacuación del edificio y visita de los bomberos, con lo que no pudimos descansar y tuvimos que cambiar nuestros planes para el día siguiente por la falta de sueño. Entiendo que la alarma es una cuestión de seguridad, pero saltó dos veces sin motivo y además no nos dieron ninguna explicación ni se disculparon. El desayuno muy muy básico. En resumen, para pasar una noche está bien, pero tengo que bajarle la nota por el moho y el olor a humedad y por la falta de descanso.