El hotel es estupendo, la limpieza impecable, todo muy nuevo y bien cuidado. El personal muy amable y dispuesto a ayudar en todo momento. Los desayunos correctos, tiene un poco de todo lo necesario y el café buenísimo. La habitación era enorme, como un pisito, muy cómoda para descansar entre visitas a la ciudad. Por cierto, Wroclaw es una maravilla. Las vistas a la plaza del Ayuntamiento desde la habitación no tienen precio 😊