Hotel perfecto, funcional muy limpio, buena habitación, cama muy cómoda, baño muy bien. El recepcionista muy amable y atento, en especial para ser austriaco. El entorno bien, a 3 min de la estación central de tren, metro, autobuses, tranvías, en poco llegas a cualquier punto, perfecto si te quieres mover. En la estación de Inés de todo: restaurantes, tiendas, super... Un acierto