El hotel está ubicado en una zona inmejorable: a sólo 290 metros de la estación ferry Rialto, y a 300 de la plaza San Marco. La calle es silenciosa y la aislación acústica de la habitación es excelente. (Ventanas con doble vidrio). El checkin fue super rápido y eficiente. Los puntos flojos: la habitación es muy agradable, aunque es pequeña para un 4 estrellas, la cama también lo es (no es king), la ducha no se puede usar con alto caudal porque se inunda (no da abasto el desagüe). El hotel no ofrece ni agua ni cafe ni té de cortesía (ni en la habitación ni en recepción). Esto para mi es un tema incómodo, porque en Venecia no hay despensas a mano para comprar agua a un precio razonable. El desayuno (que se sirve en e hotel vecino) es diverso pero de baja calidad, máquina de café soluble en Italia!!