Hemos estado una semana en esta casita que parece sacada de un cuento de hadas. Cada día había algo nuevo que descubrir: las gallinas, los perros, los gatos, el entorno, el silencio... hacen que tus días sean especiales. La casa es preciosa, llena de detalles bonitos y decorada con mucho gusto... La limpieza, que para nosotros es muy importante, es inmejorable. El jardín está igualmente cuidado con mucho mimo, como cada rinconcito. Juan Antonio y Mila son encantadores, amables y dispuestos siempre a ayudarte en lo que sea. Nos ha encantado encontrar un lugar con tanto encanto al lado de la playa, en el que nos hemos sentido como en casa. Muchísimas gracias por todo, esperamos volver el año que viene... Hasta pronto!