La ubicación es muy buena, tiendas, restaurantes y atracciones muy cercanas: La estación de tren y metro están a unas calles. La limpieza de la habitación fue buena; sin embargo, el día que tomamos el desayuno el mesero nos asignó una mesa en la que la alfombra estaba con pedazos de comida de los comensales anteriores a nosotros. Le dijimos que nos cambiara de mesa y así lo hizo. La alfombra no se limpió hasta que otro comensal llegó y les pidió que la limpiaran. Por la tarde acudí al baño que está en ese mismo restaurante y la alfombra estaba sucia aún y cuando daría inicio con la cena. Los meseros no tuvieron iniciativa para pedir que limpiaran las áreas que tenían comida de las que se les cae a los comensales. Además, el desayuno era buffete y los meseros tardaban en retirar los platos sucios de las mesas.