El hotel es de los típicos hoteles cápsula de Japón, sin embargo, sus instalaciones son muy anticuadas. Aunque esta muy bien ubicado a unos metros de Daimon St y de Hamamatsuchō St. Tiene un precio algo caro por lo que ofrece. Se permite fumar en los corredores, por lo que el hedor a cigarrillo invade el área. El baño es público, no hay regaderas privadas. Solo 2 personas de las que me atendieron hablaban inglés, las demás solo en japonés. Me arrepentí de haberlo contratado por 3 días y para colmo en mi cierre de viaje. No lo recomendaría para las personas que estamos acostumbrados a un estilo más occidental.