Nos sorprendió muy gratamente el sitio por las vistas, y sobre todo por la cuidada atención de todo su personal. Los apartamentos son enormes, han sido renovados hace unos dos años. No es lujo asiático, pero están bastante bien. Tienen una terraza gigante, con todo el equipamiento necesario para hacer de comer allí (incluso lavavajillas), TV de pantalla plana...lo mejor, la terraza con sus vistas al mar, a La Gomera y a los acantilados. El desayuno y la cena muy bien también…a destacar el detalle de que al ir con niños y como no les gustaba nada de lo que había esa noche -comida asiática- (cena temática cada noche) se ofrecieron a prepararles algo que les gustase (pizza, spaguettis). En el check-out también fueron muy atentos: nos quedamos todo el tiempo que quisimos más allá de las 12h, podíamos seguir usando las toallas de la piscina, e incluso nos facilitaron la posibilidad de ducharnos y cambiarnos en un vestuario; también nos proporcionaron toallas limpias para secarnos…En resumen: un 10 al servicio, tanto recepción, como bares, limpieza, piscina, etc. Por poner alguna “pega”, sugeriría que pusieran aire acondicionado en todas las habitaciones (aunq nos dijeron que algunas ya lo tienen; hay que solicitarlo en la reserva); si hubiéramos ido en verano seguro que sería necesario, pues el sol da durante toda la tarde en los apartamentos…seguramente se calientan mucho (eso sí, en las habitaciones había ventiladores). En resumen, un sitio con muy buena relación calidad-precio.