Nos alojamos en una habitación tipo suite, pero de suite no tenía mucho. Para empezar la limpieza se realizaba en días alternos, no reponían los amenities, la caja fuerte era de pago, no había aire acondicionado, etc.
Como positivo podemos decir que el personal tanto de recepción, Tania, como de limpieza y del comedor fueron muy amables. Bien situado en medio de dos playas y paseo marítimo.
Por otro lado, aunque se indicara que no se podían reservar las tumbonas, todos los días a las 08:00 de la mañana se reservaban las sombrillas y mesas para a partir de las 10:00 coger las tumbonas y no soltarlas en todo el día.
En cuanto al desayuno, la calidad dejaba mucho que desear (productos de marca blanca, en concreto de Lidl, bollería industrial y el resto enfocado a cliente británico con poca opción saludable).