El día que nos entregaron la habitación, había unos calzoncillos tirados en el closet (supongo de un huésped anterior 😳).
El primer día no hicieron la limpieza de la habitación, ya que omitieron decirnos que la teníamos que solicitar (aun cuando en la puerta se dejó el letrero de asear la habitación), ya que por la pandemia, no tienen todo el personal.
Las almohadas a mi parecer, demasiado grandes.
Para desayunar no hay un restaurante en forma, es como una pequeña cafetería donde encuentras muffins, pan, fruta, yogurth, café, chocolate caliente, todo muy bueno!
Hotel bien ubicado y buenas instalaciones, habitaciones amplias