Esperando que un Marriot, en Mission Valley, fuera una estancia buena, pues no, fue regular, la primera habitación que me asignaron, no cerraba la ventana, en el piso 8, obvio se metía el aire, el vecino no dejó de tocar música hasta las 8 de la mañana, me cambiaron de piso, todo mejor, al hacer el check out, resulta ser que me estaban cobrando una noche y el desayuno !!! 240 dólares, que obvio ya había pagado, Esther, que no habla español, no sabía porque !!!!! Después de 20 min, ya se aclaró el tema y pude retirarme, sin ningún contratiempo