Después de leer tanto comentario positivo sobre este hotel, cogimos una semana en agosto (del 14 al 21). Lo primero, para llegar, fatal, no hay indicaciones y está perdido de la mano de Dios. Lo segundo, nos dieron una de las peores habitaciones que había, con vistas a.. unas flores llenas de mosquitos, por lo que si vais, os recomiendo anti mosquitos en abundancia. La terraza de piedras y apenas la utilizamos. La habitación no estaba mal.
Esto es un mensaje para padres y madres. Controlen más a sus hijos, es una vergüenza que se pasen gritando todo el día en la piscina y que los padres para llamarles la atención les griten aún más. ¿Acaso no veis que molestais al resto? Nos topamos con una rubia, que dejaba al crío de 2 años solo todo el rato mientras fumaba o hablaba con los camareros en plan "colegueo", nos ponía enfermos.
Por cierto, nos quedamos pasmados con el morro que tenían casi todos allí. Dejaban las toallas en las hamacas, y se marchaban dejándolas ocupadas y claro hay pocas en comparación con todas las personas que van al hotel. Y aunque hay carteles, el personal del hotel no les dice nada. Una puñetera vergüenza.
No recomiendo para nada este hotel a parejas. Los que tengáis hijos y seáis este tipo de padres espero que os paguen algún día con la misma moneda.