Visitar Rumania es como visitar dos países muy diferentes. En primer lugar, la ciudad de Bucarest es una metrópolis acaudalada de cientos de años de historia, llena de palacios soviéticos y la grandeza del siglo XIX. En las cercanías está la campiña, donde vivió la servidumbre hasta fines del siglo XVIII. Recorre ambos lados de este país de Europa del Este y disfruta de sus atracciones naturales desde lo alto de los Cárpatos o en la costa del Mar Negro.
Aprende sobre la historia de Rumania en Bucarest. Los primeros días están representados en la arquitectura religiosa, como la de la Iglesia Metropolitana del siglo XVII, donde tiene sede la iglesia ortodoxa rumana. Pasea por la calle Victoriei, el boulevard central de la ciudad, para ver muchos edificios señoriales de la Bucarest del siglo XIX, cuando se convirtió en la capital de Rumania. Por último, recorre ostentosos edificios de la era soviética de la ciudad, incluido el enorme Palacio del Parlamento y la Casa de la Prensa Libre. Nicolae Ceausescu, el dictador que ordenó su construcción, dio su último discurso en la Plaza de la Revolución de la ciudad antes de ser derrocado en 1989.
Desde Bucarest, viaja al norte a través de las montañas de los Cárpatos para llegar a Transilvania, región central y rural del país. Visita antiguos castillos en toda la región, de los cuales el más famoso es el espectacular castillo de Bran, ubicado en una colina a las afueras de Braşov. Recorre pequeños pueblos medievales de la zona, tales como Sighişoara, coronado con una torre de reloj del siglo XIV. Más al norte, los pueblos más pequeños de Bucovina del Sur cuentan con atracciones aún más antiguas, que incluyen monasterios medievales llenos de frescos originales, como en Voronet.
Tanto las montañas como la costa del Mar Negro son los encantos naturales de Rumania. Los Cárpatos occidentales tienen la cueva de Scărişoara, con un enorme glaciar subterráneo. La costa del Mar Negro está llena de playas doradas y resorts para vacacionar. Explora Constanta, una gran ciudad costera, donde las ruinas romanas están ubicadas junto a los palacios art decó.
Para comenzar tu estancia en Rumania, puedes llegar a Bucarest en tren o en avión. O si lo prefieres, puedes llegar en un crucero por el río Danubio. Este viaje atraviesa las Puertas de Hierro, un desfiladero en la frontera de Serbia que cuenta con castillos y el rostro de un antiguo rey de Dacia tallado en la roca.