Nos ha decepcionado mucho. No cumplió ninguna expectativa. Primer error: un hotel que no tiene cartel ni letrero en el exterior del edificio. Al contrario tiene unos toldos con el nombre de otro establecimiento. Al acercarte a la puerta te encuentras con dos pequeños timbres. Uno del hotel tito y otro de otro hotel. El hotel tito tiene 2 plantas. Si te toca como a mi la primera planta, donde está el pequeño puesto de recepción y encima tu puerta está literalmente pegado a recepción, además de oír mucho ruido de recepción, no tienes ninguna intimidad. Abres la puerta y ves todo el interior de la mesa y ordenador de recepción y si eres una persona corpulenta no puedes salir. Y viceversa, si abro mi puerta me ven toda la habitación. La habitación muy pequeña y ruidosa, da a una calle llena de transeúntes y vagabundos. No barrian el suelo y las toallas de tan viejas que estaban deshilachadas. La recepción tiene varios empleados que se van turnando, si te toca uno de la noche que se va del puesto, te toca esperar en la calle para que te abran la puerta del hotel y además si es aficionado con el WhatsApp, te toca escuchar la recepción de los mensajes toda la noche. No tienen sala de desayuno, es tan pequeño el hotel que usan un trozo del pasillo pasa poner máquina de café, hervidor de agua y algo de bolleria. No hemos podido descansar nada. Es el peor hotel que hemos tenido en las 3 visitas a roma