Cobran 4€ al día por persona en concepto de tasa turística, lo cual me parece un auténtico robo!, nuestra colcha tenía un agujero el primer día ,nos la quitaron al arreglar la habitación y al día siguiente no la repusieron, ni ningún otro día. Las toallas están ásperas y huelen a vinagre, no les ponen suavizante. Nos tocó una habitación con vistas al deslunado viejo y sucio donde tienen los aires acondicionados y entraba una calor horrible, la puerta del baño corredora se salía de la guía de abajo y necesitabas de una persona en el exterior del baño para cerrar. El aire acondicionado fallaba de vez en cuando por mala conexión eléctrica. Éramos tres y la cama pequeña era un camastro viejo de láminas cedidas que nos obligaba a poner el colchón viejo en el suelo para dormir sin torturar la espalda. Hay pocos enchufes. En cuánto al desayuno, pocas opciones y muy básico, eso sí el personal del hotel muy amable y servicial.