Hotel algo alejado del centro, aunque cercano al metro. No hay muchos supermercados alrededor. Cerca de San Juan.
Por la noche alrededores algo apagados. Pero hotel agradable y cómodo. Aceptable, aunque no para 4 estrellas, pero es Roma. Personal muy amable, tanto en recepción, servicio de habitaciones y personal de desayuno. Desayuno justo, pero demasiado repetitivo, debería haber más variedad. Habitación limpia, pero muy pequeña al igual que el armario. No me parece correcto que cobren 15 euros al día por disponer de una cuna de bebé, pedimos que se la llevaran, sobretodo teniendo en cuenta que sólo por ser turistas ya cobran la tasa obligatoria de 6 euros por persona al día, y encima en efectivo obligatoriamente. Igualmente caro el servicio de impresión de hojas: 1 euro por hoja, y es algo a veces inevitable para sacar los billetes de vuelta.