Nuestra estancia en el castillo de Llaés ha sido de ensueño.
Marc desde el primer momento nos recibió con mucha amabilidad y en todo momento se ha mostrado disponible y más que predispuesto. Nos regaló momentos únicos de su tiempo, en los que con un máximo de entusiasmo nos relató las leyendas e historias de este excepcional lugar.
El Castillo está alejado del mundo real, escondido entre montañas y como perdido en el tiempo...realmente tuvimos la sensación de adentrarnos en la historia, remota y no tan remota, puesto que hasta no hace demasiadas décadas algunas de las dependencias del castillo fueron usadas como escuela.
Si lo que se busca es tranquilidad i fascinación por el pasado, en este mágico lugar se encuentra sin duda alguna.
El castillo está cerca de Ripoll, a una media hora en coche y desde allí el visitante perdido en el tiempo se puede reencontrar con la modernidad. Las vistas que se tienen desde allí arriba son excepcionales y son muchos los lugares escondidos que esperaran para ser visitados.
El castillo esta limpio y completamente equipado para vivir con las comodidades del siglo XXI pero en un espació del siglo X.
Sin duda alguna ha sido una experiencia única y que pronto o tarde vamos a repetir.
Muchisimas gracias de corazón, Marc, por tu tiempo y tus palabras.