Comienza tu experiencia en la Plaza Roja en la impresionante Puerta de la Resurrección y aprende sobre su fascinante historia y característica arquitectura. Asegúrate de traer tu cámara. Este lugar es igual de pintoresco que otras atracciones de la Plaza Roja, como la Catedral de San Basilio y la Muralla del Kremlin. Presta atención a las dos elevadas torres coronadas por águilas doradas de dos cabezas.
Aunque las puertas fueron demolidas y reconstruidas varias veces a lo largo de la historia, su nombre hace referencia a la representación de la Resurrección de Cristo ubicada sobre los dos arcos del edificio rojo y blanco. La puerta fue construida por primera vez en 1534 y reconstruida en 1680. Más adelante, fue derribada por Stalin para permitir la celebración de ceremonias soviéticas a gran escala en la plaza. Las puertas fueron levantadas nuevamente entre 1994 y 1995. Pasa por estos portales para llegar a todas las atracciones de la Plaza Roja.
Presta atención al edificio de color azul frente a la puerta al ingresar a la Plaza Roja. Se trata de la Capilla Ibérica. Aunque es mucho más pequeña que las grandes puertas, tiene un significado muy importante para la tradición moscovita. Los visitantes de la plaza, e incluso los gobernantes rusos, debían rendir homenaje al santuario de la capilla antes de ingresar a la Plaza Roja. Acércate y admira las obras de arte religioso exhibidas en la puerta. Contempla los dos chapiteles azules que se elevan sobre la puerta.
Antes de entrar a la Plaza Roja, asegúrate de echar un vistazo a la brújula incrustada en el piso cerca de la capilla. Se utiliza para marcar el inicio de la red de autopistas de Rusia, el Kilómetro Cero. Al mismo tiempo que este es el inicio de tu paseo por la Plaza Roja, también es el punto de inicio de un viaje por toda Rusia.
Para llegar a la Puerta de la Resurrección y otras atracciones de la Plaza Roja, viaja en metro hasta la estación Ploshchad Revolyutsii o cualquier otra estación cercana. La plaza y la Capilla Ibérica abren todos los días.