Hotel muy bien ubicado, tranquilo y acogedor, estupenda atención y servicio al cliente, todo Personal muy amable (lo cual es raro en Praga!), el buffet de desayuno inmejorable, equipación de la habitación completa, cama muy comoda, detalle de una Nespresso con sus capsulas sin cargo en la habitación, en el"Honesty Bar" se puede servir café, té y pastelería por gentileza de la casa, en conjunto: no encuentro nada negativo y volvería sin dudar