Qué mala experiencia. Mi cama estaba sucia desde el momento de la llegada y no reolvieron el asunto inmediatamente. El mamtenimiento de las instalaciones es deficiente: pintura burda, cerámica de baños rota, elementos faltantes. Aunque no es un edificio viejo, lo parece. Pero lo que más me llamó la atención es la falsa cortesía que aparenta estar dispuesto a resolver los inconvenientes pero que, al final, no hacen que las cosas pasen. Rescatable el desayuno que, sin ser una maravilla de variedad, cumplió por frescura e ingredientes. Otro punto en contra es su ubicación, no es una zona "bonita" y los alrededores no generan confianza. En conclusión no volveré jamás a ése hotel.