Estuvimos cuatro días con un bebé de 1o meses, el entorno y las piscinas muy bien pero la habitación un desastre, armario ridículo con una simple balda y una minúscula barra, sin un triste cajón en toda la habitación, estuvimos con la ropa y demás cosas personales empaquetadas en la maleta,con la incomodidad que eso supone. Habitación sin balcón.... En fin, nos sentimos más en una habitación para pasar una noche en una ciudad de negocios que en un resort de cuatro estrellas.
Por otro lado, el servicio tanto de recepción como de restaurante nada profesional, frío, distante,parecían estar por estar, tipo robots.
A pesar de lo bueno de sus instalaciones exteriores, no volveremos