Los trabajadores son muy simpáticos.
El desayuno buffet bastante pasable (tiene lo típico: bollería, tostadas, embutido, huevos revueltos, bacon, yogurt, etc.)
La piscina... Solo encontramos la interior, casi siempre ocupada con actividades externas (pensábamos que habría una piscina exterior, pero no la hay).
El apartamento: el aire acondicionado no funcionaba muy bien (por lo menos en el apartamento que nos tocó). Los apartamentos en sí se ven un poco antiguos pero cumplen con su cometido. Eso sí, la nevera mantenía todo super fresco y super rápido.
En general, una estancia bastante buena en relación con el precio, teniendo en cuenta que tienes un apartamento con cocina y balcón.