Hotel situado entre dos paradas del metro L3 que te lleva al Duomo y a 20 minutos andando de la estacion central de trenes. La calle está llena de comercios y sitios para poder comer. La limpieza es buena. La única pega es que se nota el paso del metro, por lo menos en la segunda planta y también en la parte que da a la avenida Buenos Aires, que es la zona comercial, se nota mucho el tráfico, aunque está bien insonorizada, hay mucho paso de vehículos. La otra, que es la fachada principal, es más silenciosa.