La ubicación del hotel es privilegiada, sin embargo los servicios que ofrecen por la tarifa que se paga son muy inferiores a los que podrían ofrecer. En la habitación no hay nada adicional, es decir, no hay cafetera, ni botellas de agua de cortesía, el minibar vacío, sin ninguna intención de agradar al huésped, una hoja de notepad y un solo lápiz, la regadera sin jabón: una sola pieza de jabón para la regadera y para el lavabo de manos y no había gel de ducha que supliera la falta de jabón. El servicio del staff muy muy standard, tirando a malo. Y todavía cobran una cuota por servicios al huésped! Si tuviera que volver a Miami lo pensaría mucho antes de volver a reservar. Me queda claro que no pagamos por un buen hotel, pagamos por una buena ubicación.