Gran estancia, el hotel está estratégicamente ubicado en el corazón de Madrid, a unos pasos de la Plaza Mayor, Mercado de San Miguel, muy cerca de la gran vía y a la vuelta de un metro. Nos hicieron un upgrade en el tipo de habitación que habíamos reservado. Teo muy bien con excepción del drenaje de la ducha que estaba algo tapado y hacía el bañarte por más de 2 minutos un poco complicado. De resto, todo increíble. Manuel nos atendió de maravilla y nos dio tips de lugares por visitar. Volvería sin pensarlo.