El hotel está al lado de la estación de metro Earl's Court, ideal para desplazarte por Londres. La habitación es muy pequeña para el precio que pagas. Tienes que entender que
en Londres si quieres algo mejor es muy caro. Si se trata, como nuestro caso, de salir temprano y volver a dormir, pues bien. El desayuno no es que sea nada del otro mundo pero es correcto. Tienen el detalle de que tienes a tu disposición,gratis, botellas de agua, cafés y tes a todas las horas. El personal no es el más simpático que hayamos conocido pero son serviciales y te atienden con rapidez, tampoco queremos más.