El hotel tiene una gran relación calidad precio. Se encuentra a las afueras de Londres, pero hay una parada de metro a cinco minutos del hotel que te deja directo en Picadilly en 45 minutos aproximadamente. Los recepcionistas no son excesivamente amables. La habitación doble está muy bien: la cama es muy cómoda, tenía un sofá cama, así como mininevera, televisión, caja fuerte, tabla de planchar y hervidor de agua (muy útil). Había incluso una toma de corriente de clavija europea y otra americana. Toda la habitación estaba muy limpia, al igual que el baño (alguna toalla más no nos habría venido mal). Para el precio que tiene está muy bien.