Knidos

Knidos mostrando una ruina
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Ven al oeste de la península de Datça y descubre un mundo antiguo en las ruinas de una civilización griega, donde alguna vez se erigió un templo dedicado a la diosa Afrodita.

Pasea entre las ruinas de la civilización helénica que alguna vez floreció en Cnido, al oeste de la península de Datça. En la antigüedad, Cnido era una ciudad de gran renombre por las artes, la arquitectura y la ciencia. A lo largo y ancho de esta magnífica zona histórica se han hallado restos arqueológicos de enorme importancia histórica. Explora la espectacular costa y contempla el lugar donde el mar Mediterráneo se convierte en el Egeo.

Recorre Cnido a pie y encuentra indicios de la milenaria liga de ciudades griegas que se conocía con el nombre de la Hexápolis dórica. La ciudad fue construida sobre dos puertos entre el cabo Krio y la "isla" de Triopon, que actualmente están unidos por una estrecha franja de arena. Sus habitantes, llamados carios, eran famosos por sus habilidades vinícolas y por sus prolongadas fiestas en honor a los dioses griegos. Observa el impresionante teatro romano cerca del puerto e imagínate cómo se habría visto la acrópolis en el apogeo de aquella ciudad.

Camina más allá de las ruinas, hacia el templo de Afrodita, que mira de frente a ambos portales. Este templo circular alguna vez albergó una imponente estatua de Afrodita, que se cree podría tratarse de la primera estatua de un desnudo humano. Ya desde tiempos remotos, esta zona se había convertido en un destino turístico donde las estatuas de las diosas desnudas constituían uno de los principales atractivos. Hoy en día, sólo se conserva el basamento de la estatua.

Cnido fue el hogar de muchos pioneros de las artes y ciencias, entre los que sobresale Sóstrato, diseñador del faro de Alejandría, y Eudoxo, inventor del reloj de sol. Todavía puedes ver el reloj de sol de Eudoxo en esta ciudad.

Puedes llegar a Cnido en barco o por la carretera que te llevará a través del corazón de la península. Cuando estés aquí, puedes rentar una motoneta para pasear por el sinuoso camino y admirar los campos de almendros. Contrata un tour o renta tu propio yate desde Datça, a casi 35 kilómetros (21.6 millas) al este. Compra tu boleto de entrada a la ciudad antigua en la recepción del sitio.

Esta zona arqueológica fue descubierta a mediados del siglo XIX y actualmente puedes recorrer a pie buena parte del área. Trae tu traje de baño, sumérgete en el cálido mar Egeo y déjate deslumbrar por la magnífica vista de la costa y las rocas blanqueadas por el sol.

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