El hotel, en general, está bien, aunque no es nada fuera de lo común. No está cerca de la zona más turística, pero es fácil llegar hasta el centro de Florencia en pocos minutos desde la parada de autobús que está justo en la puerta. Tienen una zona de parking al aire libre, donde puedes dejar el coche, aunque no es demasiado grande y quizá si hay mucha gente en el hotel, te quedes sin espacio donde aparcar, además de que está abierto a la calle, no es cerrado y cualquiera puede acceder, pero es cómodo saber que puedes aparcar. La limpieza, el estado de las instalaciones y el desayuno son de calidad más que aceptable, pero no exquisitas. El servicio se puede mejorar. Tuvimos que pagar en efectivo, lo que nos ocasionó la molestia de gastar el dinero en efectivo para los pequeños gastos del viaje en eso, en lugar de poder pagar, cómodamente, con la tarjeta.