El cuarto era amplio y la cama cómoda, en mi estancia de dos días nadie limpió el cuarto mientras estuve fuera, cuando llegué el sanitario estaba usado y con papeles y había unas lámparas como si hubieran hecho alguna reparación. El termostato no funcionaba por lo que tuve que ajustar manualmente el aire acondicionado. No tienen agua de cortesía y la máquina expendedora se quedó mi dinero, me tuvo que ayudar una persona de recepción. El desayuno era muy escaso, solo pan dulce y biscuits con gravy, no había huevo, jamón, salchicha ni tocino. La máquina de bebidas no funcionaba por lo que tenías que servirte del cartón, lo cual no es tan sanitario.