La Residencia del Duque de Mukhyber también se conoce como el "Diwan del Duque", lo que significa algo así como "lugar para invitados" o "sitio de reunión" en árabe. Este antiguo hotel y oficina de correos está rodeado por los edificios grandes modernos y el bullicio de Ammán. Pon atención mientras caminas por la calle King Faisal, pues es fácil pasar por alto este elemento histórico de la ciudad.
Contempla la fachada de piedra antigua antes de entrar. Sentirás como si viajaras en el tiempo al subir lentamente las escaleras hasta la entrada del Diwan del Duque. Mientras recorres las habitaciones y paseas por el balcón, piensa en las diferentes funciones que ha tenido este edificio.
La estructura original se construyó en 1924, cuando fue la primera oficina de correos de Ammán, y luego incluyó una parte del Ministerio de Finanzas. En 1948, se convirtió en el pequeño Hotel Haifa y fue un hotel durante medio siglo.
El destino de este antiguo edificio cambió cuando Mamdouh Bisharat, también conocido como el duque de Mukhyber, lo compró en 2001. Este personaje se propuso conservar el edificio monumental y permitir su operación como un diwan.
Tradicionalmente, un diwan era un sitio donde las personas, los artistas y los visionarios podían reunirse para intercambiar ideas, el cual siempre estaba abierto a los invitados. Actualmente funciona más como museo, por lo que una visita a este edificio te dará la oportunidad de conocer la historia fascinante de Ammán.
Disfruta el encanto histórico del edificio durante tu recorrido. La decoración y los muebles coloridos y un poco despintados parecen ser de la época del hotel. Observa de cerca las pinturas de varios artistas jordanos famosos. Observa también las fotos y otros artículos relacionados con Mamdouh Bisharat.
La Residencia del Duque de Mukhyber está ubicada en el centro de Ammán, por lo que es mejor llegar a pie o en taxi. El diwan está abierto todos los días y la entrada es gratuita. Si tienes suerte, puedes conocer al duque durante tu visita a la residencia. Es famoso por ser una persona muy amable que a menudo deleita a los visitantes con historias y anécdotas del pasado.
