El hotel está bien, aunque el trato es poco personalizado. Somos golfistas y nos asignaron una habitación esquinada, solo con vistas a un parking lateral (la mayoría con vistas a la piscina o campo de golf). La cama era muy cómoda y el desayuno fenomenal, cuidando mucho las medidas anti-Covid. Para ser un cinco estrellas faltaban aspectos como un mini-Bar, un sitio aclimatado para comer o tomar un snack (la única opción posible era el bar de la piscina o el buffet de los apartamentos...), tuvimos colas para el check-in y el check- out, en fin, con cosas a mejorar.