Habitación sobria pero moderna e inmaculadamente limpia, al igual que el baño. Cama muy cómoda, excelente trato del personal que incluso se molestó en secar parte de mi ropa empapada de la lluvia. Disponen de secadores de pelo. Desayuno correcto, aunque en mi caso algo complicado al ser diabético (no hay muchas opciones aparte de pan, bizcocho casero y bollería). El garaje no es precisamente lujoso, pero cumple. Volvería sin dudarlo.