Reservé una de las mejores habitaciones, una suite, esperando comodidad y privacidad, pero me encontré con varios problemas que hicieron que mi experiencia no fuese la mejor.
En primer lugar, el diseño del baño es totalmente inapropiado. El lavabo está completamente abierto y da justo a la cama, sin ninguna puerta que brinde privacidad. Esto elimina por completo cualquier sensación de intimidad, y además, cualquier ruido despierta inevitablemente a la otra persona que intenta descansar. La zona del inodoro tampoco era ideal, ya que tiene una puerta de cristal que no aísla ni visual ni acústicamente. Es difícil entender cómo un diseño tan poco práctico puede estar presente en una suite que se supone ofrece una experiencia superior.
Por otro lado, el servicio de limpieza dejó mucho que desear. Hubo días en los que se olvidaron de hacerme la habitación, y tuve que insistir varias veces para que finalmente lo solucionaran por la tarde. Además, a veces no reponían el gel de ducha ni el champú, lo que me llevó a despertarme algún día sin poder ducharme. El minibar también era un problema: en varias ocasiones no reponían las botellas de agua.
En general, fue una experiencia decepcionante. Si valoras la privacidad, la comodidad y un buen servicio, este hotel no es recomendable. Definitivamente, no creo que vuelva.
