Dejando de lado la amabilidad de los conserjes, que es para destacar, la habitación realmente penosa, con una puerta de entrada con picaporte común, o sea si no cerrabas con llave cualquier persona podía ingresar, la puerta del "baño" tan hinchada que no cerraba, pongo entre comillas baño porque era realmente un cuartito tan pequeño que debías hacer malabarismos para ducharte