Pésima experiencia, el hotel se encuentra en muy malas condiciones.
La habitación tiene los interruptores caídos, los colgadores rotos, las sábanas viejas y sucias, las toallas deshiladas, las cortinas manchadas, las alfombras despegadas y sucias, el cobertor está viejo y descolorido, los teléfonos dañados.
El desayuno es regular a malo y el servicio ni hablar, parecería que les da pereza atender.
El gimnasio está tan sucio que tiene pelusas por no haber limpiado por lo menos un mes atrás.
En la recepción son lentos y descuidados, se demoraron demasiado en hacer el check in, y cuando requerimos asistencia no saben nada, tampoco permiten tener un voucher abierto para consumos.