Estuvimos con mi mujer la segunda semana de Agosto y, la verdad, nos ha quedado un recuerdo imborrable. Todo es excepcional: la ubicación, la casa, las habitaciones, la decoración, la tranquilidad que se respira, los fantásticos desayunos o las excelentes cenas preparadas con sumo gusto por Sole (muy recomendables, cada día con un menú diferente y de calidad exquisita). Si a todo lo anterior le añadimos la cálida atención de Jenny y Jose , que son simplemente maravillosos (qué cómodos nos hicieron sentir y qué buenos consejos nos dieron para disfrutar al máximo de nuestra estancia en el valle!), entonces todo se convierte en un sueño hecho realidad. Por cierto, es un gran lugar para los moteros! No solo por la fantástica ubicación junto a serpenteantes carreteras pirenaicas, o por la facilidad para aparcar con seguridad nuestras máquinas, sino por la pasión que tiene Jose por las motos (que grandes charlas tuvimos al respecto!) y sus consejos de rutas por la zona. El mejor elogio que puedo decir es que ya estamos deseando volver...porque volveremos!